viernes, 25 de noviembre de 2011

La manipulación en los medios de comunicación

Por Sara Atienza Martínez

Como punto de partida, trataré de exponer brevemente algunos datos sobre lo qué son los medios de comunicación y cuál es su origen:

Con el término medio de comunicación (del latín medĭus), se hace referencia al instrumento por el cual se realiza el proceso comunicacional o comunicación, pero usualmente se utiliza este término para hacer referencia a los medios de comunicación masivos, es decir: la prensa, el cartel, la radio, la televisión y, el más reciente, Internet.
Como datos relevantes, sabemos que la prensa apareció a raíz de Johann Gutenberg y su invención de la imprenta en 1450, fecha en la que también se ubica la aparición del cartel. Y fue en 1921 cuando se iniciaron formalmente las primeras transmisiones de radio. Respecto a la televisión, o controlador de masas más popular, sabemos que las primeras emisiones públicas las efectuó la BBC en Inglaterra en 1927 y la CBS y NBC en Estados Unidos en 1930.

Dichas fechas nos ayudan a tomar conciencia sobre el tiempo histórico desde el cual, tales instrumentos son la principal herramienta de la que el ser humano se vale para poder conocer sucesos o acontecimientos a tiempo real, a excepción de internet, que retiene la información durante un largo periodo.

Siendo esta, por tanto, su principal función todo ciudadano espera la legitimidad y veracidad de la información; sin embargo la realidad dista muy diferente: nos encontramos ante informadores que manipulan las noticias, los datos…bajo distintos intereses creados.

Desde mi punto de vista, dichos intereses, en la mayoría de los casos, giran en torno a intereses económicos y/o políticos.

La élite política abusa de su poder interfiriendo en los medios de carácter público, es decir, subvencionados por el Estado, manipulándolos para que la población piense de una determinada manera, consiguiendo así tener controladas a las masas. Estas, detendrán su atención en lo que de manera anticipada se predisponga, no se harán preguntas, ni dudarán de las fuentes, no husmearan ni se revelarán ante el sistema y como no….lo más importante, no pensarán.

Algunos ejemplos son: la ocultación de datos, con el 11S y el 23F; el afianzamiento del sistema, con los anuncios de consumo; la manipulación de la información, con imágenes de prensa retocadas como el caso del ataque Israelí al Líbano en 2006; la ocultación de sucesos como ocurrió con la revolución en Islandia… etc, etc.

Yo defiendo que, la política y las grandes empresas caminan de la mano bajo un mismo objetivo: el poder y el dinero. Y los medios de comunicación tan solo son la herramienta que utilizan para perpetuar su opresión gracias a su fácil acceso y su gran capacidad de difusión.
En la actualidad, parte de la población, comenzamos a tomar conciencia sobre la peligrosidad de este avance humano y tratamos de recibir la información por varios canales de comunicación, de incluso contrastar versiones y dudar de las intenciones, de descubrir dónde está el engaño…pero lo que más nos obsesiona es saber cuál es la verdad.

Sin embargo, considero que la frustración que puede producir no saber nunca con certeza si lo que das por válido es lo realmente cierto, lleva en muchas ocasiones a la despreocupación y el desaliento por mantenerse informado.

Y es que la verdad se compone de las distintas piezas que conforman el puzzle, tenerlas todas te ayudará a ver la realidad en su inmensidad pero el color con que cada uno lo veamos será lo que finalmente te ayude a terminar de comprender el dibujo.

No dejemos pasar a la mentira delante, y dejemos que la verdad vaya de nuestra mano.

¿Serán los medios de comunicación el cuarto poder de la clase política?

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