martes, 15 de noviembre de 2011

Manipulación ¿?

Por Marta Blanco García

11. Septiembre.2001, la televisión da a conocer un ataque terrorista en EEUU. Los vuelos 11 de American Airlines y 175 de United Airlines impactan contra las Torres Gemelas (New York), provocando su caída minutos más tarde. Poco después el vuelo 77 de American Airlines choca contra el pentágono (Virginia), causando afortunadamente menos daños de los que se registran en el impacto anterior. Y, por último, el vuelo 93 de United Airlines se estrella en campo abierto en Pensilvania, sin poder llegar a su objetivo final a causa del forcejeo entre los pasajeros y los secuestradores. Cuatro aviones que para el presidente de EEUU (George Bush) suponen una declaración de guerra ( Él mismo declaraba algo así como, “El primer impacto me pareció un accidente, el segundo un atentado terrorista, el tercero una declaración de guerra”) y que se convierten en uno de los mayores ataques terroristas que el mundo había conocido hasta el momento, causando 3.017 muertos, más de 6.000 heridos e incontables desperfectos físicos, y derivando en una guerra con el fin de dar con el mayor responsable de este acontecimiento, el líder de la banda de Al-Qaeda, Bin Laden.

A todos nos debe de sonar esta versión y a todos nos debe de haber producido el mismo sentimiento de odio hacia aquellas personas que hayan sido capaces de organizar una masacre de este calibre. Si estuviera hablando simplemente del 11.S afirmaría que como persona me siento engañada, utilizada, infravalorada… por haberme contado tantas y tantas mentiras desde hace diez años. Sin embargo, hoy quiero ir mucho más lejos que este punto. El 11.S ha sido una de las muchas mentiras que los medios de comunicación, el Gobierno, y todas aquellas personas que creen que tienen la capacidad de manipularnos han contado día a día.

Podemos partir de acontecimientos tan importantes como pueden ser este mismo atentado, el gran “malentendido” del Maine en 1898, el ataque en el golfo de Tonkin que provocó la guerra de Vietnam en 1964, los atentados del 11.M en Madrid, los atentados del 11.J en Londres… pero la verdad es que todos son simples ejemplos de lo que pueden llegar a manipular un grupo de personas que piensan que el mundo está en su mano por “X” número de años.

Todo esto que acabamos de plantear es una de las caras de la moneda, ahora sigamos con la siguiente. A partir de estas versiones más que dudosas y, en ocasiones, falsas como hemos podido comprobar, surgen una serie de “conspiraciones” (por llamarlo de alguna forma) que intentan averiguar la verdad, que intentan sacar a la luz lo modificadas que pueden estar unas pruebas presentadas, unas declaraciones hechas, una versión alterada… y es aquí donde podemos encontrar la grandeza de la curiosidad humana o el problema de volver a caer nuevamente en la misma manipulación. Poniéndonos el sombrero amarillo y con el fin de empezar de la mejor forma posible, analicemos la posibilidad de encontrarnos con la curiosidad humana, que puede despertar más de una duda razonada y más de una prueba no estudiada. Alrededor de cualquier acontecimiento siempre podemos encontrar grupos de personas, organizaciones… que buscan darle una vuelta a todo lo contado e ir más allá de lo que muchas veces se pretende que vayan. Normalmente, cuando estas dudas empiezan a salir a la luz las versiones oficiales persiguen su silencio, lo que nos puede llevar a plantearnos todavía más lo que hemos escuchado hasta el momento. Bien, partiendo de este punto resulta todo más que positivo, ¿no? Tenemos la oportunidad de ir más allá y de saber la verdad de todo aquello que escuchamos día tras día. Pero, quedarse aquí sería simplificar mucho las cosas, así que vamos a pasar al otro lado y colocarnos el sombrero negro: podemos caer nuevamente en una manipulación.

Hoy en día, por muy duro que parezca, la sociedad en general está acostumbrada a la comodidad, a la facilidad de tener todo lo que necesita a su alcance, y esto mismo es lo que le lleva a situarse en un punto u otro. Para que nadie se sienta ofendido no vamos a decir todos, pero si casi todos los habitantes de este mundo tendemos a situarnos en un punto o en otro, o te gusta la playa; o te gusta la montaña, o eres de campo; o eres de ciudad, o eres listo; o eres tonto, o estás conmigo; o estás contra mí. Y por curiosidad, ¿Cómo hemos caído en todo esto? Permitirme decir que por la manipulación de los medios que nos rodean. El problema es que al llegar a esta situación, en el momento en el que queremos comprar un periódico, encender la tv, escuchar la radio… tenemos que elegir un canal u otro, y con ello una serie de convicciones u otras, porque escuches la que escuches, leas la que leas… antes de darte información sobre algo van a criticar al contrario, van a hacer de alguna forma o de otra que te enteres de que ellos quieren que seas libre y elijas lo que quieras, pero los otros sólo quieren confundirte, ya sea hablando de política, de diferentes versiones sobre un hecho (versión oficial vs documental zero, por ejemplo), etc. Al escuchar esto, las personas nos estamos situando en un bando u otro. Por ejemplo, estudiamos en clase el tema del 11.S, surgen una serie de dudas y nos planteamos ver el documental de zero. Aquel día todos nos situamos en un lado de la balanza y además de criticar el hecho, criticamos a personas fuera de todo este suceso. Nadie se planteó que quizás de las mil cosas que habían dicho tres pudieran estar manipuladas, nadie intentó buscar algo que explicara esa versión y pudiera hacernos situarnos otra vez en medio sin saber hacia dónde tirar, o eligiendo simplemente quedarnos donde estamos.

Por ello, con este ejemplo quiero plantear que, tanto los que tenemos curiosidad como los que nos conformamos con lo que nos digan, caemos en el mismo problema que nos trajo hasta aquí, la conformidad y el posicionamiento según las ideas de las que partimos.

Así que, realmente, una sociedad que pudiera superar este gran problema sería una que no se etiquetara, que no apoyara aquello que parte del punto en el que se ha acomodado, aquella que, por ejemplo, el 11.Septiembre.2011 no hubiera salido por una parte a recordar con pena lo que paso, y por otra a pedir con rabia explicaciones, si no que el 12.Septiembre.2001 hubiera luchado por escuchar a todo el mundo y ser protagonistas de un acontecimiento que quisimos ignorar pensando que no nos “tocaba de lleno” y que, sin embargo, con las mismas dudas que en el suceso anterior, nos colocó el mismo lado de la balanza tres años después y si nada cambia nos mantendrá otros cientos más sin saber la verdad de tantas, y tantas versiones.


"Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada".
Martin Niemoller

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